¿Qué es un sistema inmunológico innato?

‍El sistema inmunológico innato es la primera línea de defensa contra patógenos, como bacterias y virus. Al igual que un guardia de seguridad, el sistema inmunológico innato siempre está atento a señales de peligro. Cuando las escucha, el sistema inmunológico innato entra en acción casi instantáneamente, independientemente de si usted ha recibido la vacuna contra la gripe o no. Lo hace a través de una red de células y receptores repartidos por todo el cuerpo que reconocen a los patógenos como invasores y activan las alarmas en respuesta. Esto incluye iniciar la inflamación (enrojecimiento, calor, hinchazón) para expulsar físicamente a los patógenos de nuestros tejidos; citocinas para indicar a otras células que hay intrusos e interferones para activar genes antivirales. El sistema inmunológico innato es más lento que el sistema inmunológico adaptativo porque estas respuestas tardan en acumularse. Sin embargo, una vez que se pone en marcha, ¡no hay nada que lo detenga!

Reconocimiento inmunológico innato

El sistema inmunológico innato es la primera línea de defensa contra patógenos, como bacterias y virus. Al igual que un guardia de seguridad, el sistema inmunológico innato siempre está atento a señales de peligro. Cuando las escucha, el sistema inmunológico innato entra en acción casi instantáneamente, independientemente de si usted ha recibido la vacuna contra la gripe o no. Lo hace a través de una red de células y receptores repartidos por todo el cuerpo que reconocen a los patógenos como invasores y activan las alarmas en respuesta. Esto incluye iniciar la inflamación (enrojecimiento, calor, hinchazón) para expulsar físicamente a los patógenos de nuestros tejidos; citocinas para indicar a otras células que hay intrusos; e interferones para activar genes antivirales. El sistema inmunológico innato es más lento que el sistema inmunológico adaptativo porque estas respuestas tardan en acumularse. Sin embargo, una vez que se pone en marcha, ¡no hay nada que lo detenga!

Citoquinas

Las citocinas son proteínas producidas por las células inmunitarias cuando se encuentran con un patógeno y son fundamentales para desencadenar la cascada inflamatoria. Cuando se activa el sistema inmunológico innato, las células inmunes liberan citoquinas que aumentan el flujo sanguíneo, aumentan la permeabilidad de los vasos sanguíneos, atraen leucocitos y activan la cascada de coagulación. Existen muchos tipos diferentes de citoquinas, que se clasifican según la función que desempeñan. Por ejemplo, los interferones son citoquinas antivirales que activan el sistema inmunológico adaptativo. Los interferones tipo I son responsables de los síntomas similares a los de la gripe asociados con las infecciones virales. Las citocinas también sirven como señales de comunicación entre las células inmunitarias. Por ejemplo, el TNF-alfa (factor de necrosis tumoral alfa) es una citocina producida por macrófagos en respuesta a patógenos y actúa como una señal para que otras células inmunitarias aumenten su respuesta inmunitaria.

Interferones

Los interferones son citoquinas antivirales que se unen a los receptores de las células infectadas por virus y detienen la replicación viral. También se unen a los receptores del ADN de las células del sistema inmunológico, lo que desencadena la expresión de genes antivirales.

Reconocimiento inmunológico adaptativo

El sistema inmunológico adaptativo es como el ejército del sistema inmunológico: responde a patógenos específicos con métodos personalizados. El sistema inmunológico innato, por otro lado, se parece más a la policía y responde a todas las situaciones peligrosas. El sistema inmunológico adaptativo responde a patógenos específicos con métodos personalizados. Esto significa que el sistema inmunológico tiene que “saber” contra qué está luchando antes de poder responder. Para resolver esto, el sistema inmunológico adaptativo utiliza células especializadas para reconocer diferentes tipos de patógenos. Hay dos tipos de células especializadas que contribuyen a la respuesta inmune adaptativa: células B y células T. Las células B son responsables de producir anticuerpos, que son proteínas que ayudan a combatir infecciones bacterianas y virales. Hay cinco tipos diferentes de células B que producen anticuerpos que se dirigen a diferentes tipos de patógenos, como bacterias y virus. Las células T citotóxicas matan a los patógenos directamente, como los macrófagos en el sistema inmunológico innato. También son importantes para activar las células B para que produzcan anticuerpos. Las células T y las células B trabajan juntas para combatir las infecciones.

Helmingua Shiedinga

Helmingua shiedinga es una enfermedad rara en la que el sistema inmunológico de una persona ataca sus nervios, causando una amplia gama de síntomas, que incluyen entumecimiento, hormigueo, dolor, debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en manos y pies. Se cree que la enfermedad es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunológico, que se supone debe proteger al cuerpo de invasores como las bacterias, ataca por error partes del sistema nervioso. Helmingua shiedinga suele ser provocada por una infección. A menudo afecta a personas que padecen otras enfermedades autoinmunes, como lupus, artritis reumatoide y esclerosis múltiple.

Conclusión

Los sistemas inmunológicos innato y adaptativo son partes importantes de la defensa del cuerpo contra enfermedades e infecciones. La inmunidad innata es la primera línea de defensa en este proceso y está presente en todas las formas de vida. La inmunidad adaptativa es la segunda línea de defensa y es específica de cada individuo. Cuando surge la amenaza de enfermedades e infecciones, estos sistemas se ponen en marcha, creando condiciones desfavorables para los insectos y bacterias que causan infecciones y enfermedades.